jueves, 10 de abril de 2014

Tocar el tambor, sentir el tambor,... sentir la vida que nos habita

Quiero compartir este extracto del libro Luna Roja de Miranda Grey, porque me deja maravillada el poder de tocar el tambor en sesiones de danza, para acompañar a la persona a encontrarse con su sombra, para mirarla de frente,... y como nuestro alma sabe que hacer,... sanar y transformar (trance) aquello que nos está "doliendo" en alguna parte. Reconectarnos con nuestro pulso de vida...


Tocar el tambor, por Miranda Grey

El tambor era un instrumento femenino cuya forma evocaba el circulo de la tierra y el utero, el ciclo de la estaciones, la luna y la mujer; la voz del tambor era la de la tierra, el latido de la vida en el vientre materno y el oculto poder de la vida dentro del mundo palpable.
Tocar el tambor implicaba invocar a la madre oscura, la Bruja, la oculta fuente de vida que toda mujer lleva dentro, y el compás marcaba el constante ritmo de la vida, la luna y el ciclo menstrual femenino. Aunque el tambor dejase de sonar, los ritmos naturales continuaban.

Como sucede con la danza, el hecho de tocar el tambor puede hacer desaparecer las restricciones del intelecto y despertar la conciencia del mundo interior, pues este instrumento se transfroma en una forma de expresion de las energias creativas y en un nexo con el mundo interior.
Muchas culturas cuentan con sus propios estilos de tambor y lo ejecutan de distinto modo, asi que, como tienes varias posibilidades, elige la que te haga sentir mejor.
En su forma mas sencilla es un aro de madera cubierto por una piel, como el bodhran irlandes o los insrumentos tradicionales de las culturas indigenas norteamericanas, y el modo mas sencillo de tocarlo es marcando un compás con cada golpe. Practica hasta que te encuentres un ritmo que te resulte natural y facil de llevar; escucha la voz del tambor y la reverberación que continua después del golpe.

Siente su ritmo como si se tratase del pulso de la vida, tu sexualidad y tu creatividad, y su voz como la forma y la expresion que les das a esas energia. Poco a poco aumenta la intensidad del golpe, pero manten el mismo ritmo, y percibe como las energias creativas fluyen a travez de ti para nacer en el sonido. Cuando estes lista, concluye con un ultimo golpe y, mientras escuchas com el sonido se desvanece, siente que tus energias tambien lo hacen. Este tipo de ejercicio hace que la persona que toca el tambor pueda liberar sus energias, y en el caso de que este acompañando a alguien que baila, fundira las energias de ambas.

Extracto de Luna Roja Miranda Grey

miércoles, 30 de octubre de 2013

Diosa Visigoda: ATAECINA


 Anoche tuve un sueño... no lo recuerdo muy bien, pero estaba con otras personas buscando un lugar. Había unas ruinas o algo parecido. En el sueño decían "Diosa Visigoda". Y me pasaba gran parte del sueño poniendo mucho empeño en recordar... ya que tenía conciencia que estaba soñando. 
Cuando me he levantado, me he puesto a leer e investigar un poco sobre el posible significado que podía tener para mí. 

Y esto es lo que he encontrado:

Ataecina o Ataegina (en portugués: Atégina) fue una diosa ctónica adorada por los antiguos íberoslusitanoscarpetanos y celtíberos en la Península Ibérica. Una de las deidades ibéricas más importantes. Era la diosa del renacer (la primavera), la fertilidad, la naturaleza, la luna y la curación (en muchas inscripciones se le adjunta el sobrenombre servatrix, conservadora de la salud).
Se cree que el nombre de Ataecina proviene del celtíbero ate gena, «renacido»

El sociólogo Moisés Espírito Santo afirma que el nombre combina Atta y Jana, el primero un epíteto de ldiosa madre arquetípica y el segundo el nombre de la deidad romana Jana (forma femenina de Jano) o posiblemente de Diana, la diosa de la Luna. Este sociólogo también afirma que Ataecina es una deidad compuesta que surge de tendencias sincréticas.

El animal sagrado asociado a Ataecina era la cabra. Tenía un culto de devotio, en el que se la llamaba para pedir una curación u, ocasionalmente, maldecir a alguien, cuyo resultado podía ir desde pequeñas aflicciones hasta la muerte.


Ataecina. Mármol, 210x93x72 cm, del artista Pedro Roque Hidalgo. Museo del mármol de Vila Viçosa (Portugal), 2008.


El culto de Ataecina se extendió sobre todo en Lusitania y Bética; también había santuarios dedicados a Ataecina en Elvas (Portugal) y Mérida y Cáceres en España, además de otras localidades cerca del Guadiana. Fue una de las principales deidades adoradas en Myrtilis (actualmente MértolaPortugal), Pax Julia (Beja, Portugal) y especialmente en la ciudad de Turobriga.
Es conocida por diversas inscripciones en los valles del Tajo y del Baetis (Guadalquivir), donde la asimilaron a la diosa romana Proserpina: ATAEGINA TURIBRIGENSIS PROSERPINA. A menudo se la representaba con una rama de ciprés.

Me llama la atención que se la represente con un ciprés, árbol también que se relaciona con los lugares sagrados de enterramiento y que venga a mí esta información justo en estas fechas. 


Sigo leyendo y me encuentro con la Basílica de Santa Lucía del Trampal.


Se puede decir que la Basílica de Santa Lucía del Trampal es un edificio único por sus peculiares rasgos arquitectónicos y por ser uno de los pocos edificios de la España visigoda que se conservan en la mitad sur de la Península.  En su construcción se emplearon materiales procedentes de edificios de época romana y prerromana, por lo que el edificio y su entorno constituyen un verdadero tesoro histórico.

Basílica de Santa Lucía del Trampal. Extremadura

Basílica de Santa Lucía del Trampal

Basílica de Santa Lucía del Trampal. Extremadura




El templo está situado en un paraje a unos 3 kilómetros de Alcuéscar, cerca de Montánchez, en la comarca de Montanchez y Tamuja.

Debido a la dificultad de datación y a las peculiaridades del edificio, no está clara la fecha exacta de construcción.  Algunas fuentes indican que la construcción finalizó a mediados del siglo VII (arquitectura visigoda) y otros expertos retrasan la fecha hasta principios del siglo VIII (influencia mozárabe).
En cualquiera de los casos, el edificio primitivo se construyó con materiales procedentes de edificios más antiguos. Muchos de los sillares utilizados contienen inscripciones de época romana y otros formaban parte de altares dedicados a la diosa celtibérica Ataecina, asimilada por las diosas romanas Ceres y Proserpina, y que tenía su principal centro de culto en la zona de Turóbriga.



Sin duda, será un lugar al que intentaré ir en breve y ver si me dice algo más.








viernes, 4 de octubre de 2013

La sexualidad más salvaje de la mujer

En lo sagrado, lo obsceno y lo sexual siempre hay una risa salvaje esperando, un breve paso de silenciosa risa, o de desagradable risa de bruja, o un jadeo que es una carcajada, o una risa salvaje y animal, o un gorjeo que es como un recorrido por la escala musical. La risa es la cara oculta de la sexualidad de las mujeres; tiene carácter físico, es elemental, apasionada, revitalizadora y, por consiguiente, excitante. Es una especie de momentánea sexualidad de la alegría, un verdadero amor sensual que vuela libremente, vive, muere y renace por obra de su propia energía. Es sagrado porque es curativo. Es sensual porque despierta el cuerpo y las emociones. Es sexual porque resulta excitante y provoca oleadas de placer. No es unidimensional, pues la risa es algo que una persona comparte consigo misma y con muchas otras personas. Es la sexualidad más salvaje de la mujer.
Vamos echar otro vistazo a los cuentos femeninos y a las diosas obscenas. He aquí un cuento que yo descubrí de niña. Es asombroso la de cosas que pueden oír los niños sin que los mayores se enteren.

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Yo tenía unos doce años y estábamos en el lago Big Bass de Michigan. Después de preparar el desayuno y el almuerzo para cuarenta personas, todas mis simpáticas y rollizas parientes, mi madre y mis tías, se tendieron a tomar el sol en unas tumbonas y empezaron a charlar y a reírse entre sí. Los hombres estaban “pescando”, es decir, se habían largado a alguna parte para bromear y contarse sus chistes y sus cuentos. Yo estaba jugando cerca de las mujeres.
De repente, oí unos gritos estridentes. Alarmada, corrí al lugar donde estaban las mujeres. Pero no las vi llorando de dolor sino riéndose. Entre chillidos, una de mis tías repetía cada vez que lograba recuperar el resuello: “… ¡se taparon la cara!… ¡se taparon la cara!”. Aquella misteriosa frase les volvió a provocar renovados accesos de risa.
Gritaban, se atragantaban y no paraban de reírse. Sobre el regazo de una de mis tías vi una revista. Más tarde, mientras las mujeres dormitaban bajo el sol, tiré de la revista de debajo de su mano dormida, me tendí bajo la tumbona y empecé a leer con los ojos enormemente abiertos a causa de] asombro. En la página se relataba una anécdota de la Segunda Guerra Mundial.
Decía más o menos así:
 El general Eisenhower tenía que efectuar una visita a sus tropas de Ruanda. [Hubiera podido ser Borneo. Hubiera podido ser el general MacArthur. Los nombres significaban muy poco para mí por aquel entonces.] El gobernador quería que todas las nativas se alineaban al borde de la carretera de tierra y saludaran y vitorearan a Eisenhower cuando éste pasara en su Jeep. El único problema era que las nativas sólo llevaban encima un collar de cuentas y, a veces, un pequeño cinturón de cuero.
No, no, eso no podía ser de ninguna manera. El gobernador mandó llamar al jefe de la tribu y le expuso su apurada situación.
—No se preocupe —le dijo el jefe de la tribu.
Si el gobernador le pudiera proporcionar varias docenas de faldas y blusas, él se encargaría de que las mujeres se las pusieran en ocasión de aquel trascendental acontecimiento. El gobernador y los misioneros de la zona consiguieron proporcionárselas.
Sin embargo, el día del gran desfile, pocos minutos antes del paso de Eisenhower por la carretera a bordo de su Jeep, descubrieron que las nativas se habían puesto las faldas, pero, como las blusas no les gustaban, se las habían dejado en casa, por lo cual todas ellas se apretujaban a ambos lados de la carretera vestidas con las faldas pero con los pechos al aire y sin ninguna otra prenda ni el menor asomo de ropa interior.
Al gobernador por poco le da un ataque de apoplejía al enterarse, Por lo que mandó llamar al jefe de la tribu, el cual le aseguró que la jefa de la tribu había hablado con él y le había asegurado a su vez que las mujeres habían accedido a cubrirse los pechos cuando pasara el general.
—¿Estás seguro? —rugió el gobernador.
—Estoy seguro. Muy, muy seguro —contestó el jefe de la tribu.
Bueno pues, ya no quedaba tiempo para discutir y sólo cabe imaginar la reacción del general Eisenhower cuando su Jeep avanzó traqueteando por la carretera y, una tras otra, las mujeres se fueron levantando graciosamente la parte delantera de la holgada falda para taparse la cara con ella.
Tendida bajo la tumbona, reprimí la risa. Era el cuento más tonto que jamás en mi vida hubiera oído. Era un cuento maravilloso, un cuento emocionante. Pero intuitivamente comprendí que también era algo prohibido, por lo que me lo guardé para mí sola durante muchos años. Y a veces, en momentos de tensión o dificultad, antes de presentarme a los exámenes universitarios, pensaba en las mujeres de Ruanda que se habían cubierto la cara con las faldas y sin duda se debían de haber partido de risa detrás de ellas. Y entonces me reía y me sentía centrada, fuerte y rebosante de sentido práctico.

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Éste es sin duda otro de las beneficios de las bromas y de las risas compartidas entre mujeres. Todo se convierte en una medicina para los tiempos difíciles, en un tónico para más tarde. Es una diversión buena, limpia y guarra. ¿Cabe imaginar lo sexual y lo irreverente como algo sagrado? Sí, sobre todo cuando son medicinales y favorecen la integridad y la reparación del corazón. Jung observó que, cuando alguien acudía a su consulta quejándose de algún trastorno sexual, la mayoría de las veces el trastorno era un problema del espíritu y del alma. Y, cuando alguien le hablaba de un problema espiritual, el verdadero problema solía ser de carácter sexual.
En este sentido, la sexualidad se puede considerar una medicina para el espíritu y, por consiguiente, algo sagrado. Cuando la risa sexual es un remedio, se convierte en una risa sagrada. Y cualquier cosa que provoque una risa curativa también es sagrada. Cuando la risa ayuda sin causar daño, cuando una risa ilumina, realinea, reordena y reafirma el poder y la fuerza, es una risa saludable. Cuando la risa hace que la gente se alegre de estar viva y de estar ahí, más consciente del amor y fortalecida por el eros, cuando disipa su tristeza y la libra de la furia, es una risa sagrada. Cuando la gente se siente más grande y mejor, más generosa y sensible, la risa es sagrada.
En el arquetipo de la Mujer Salvaje hay mucho espacio para la naturaleza de las diosas obscenas. En la naturaleza salvaje, lo sagrado y lo irreverente, lo sagrado y lo sexual, no están separados entre sí sino que viven Juntos Y yo me los imagino como un grupo de mujeres muy viejas que esperan al final del camino a que nosotras pasemos por allí. Están allí en la psique esperando a que pasemos, contándose mutuamente sus cuentos y riéndose como locas.

Clarissa Pínkola.- Mujeres que corren con lobos
capítulo XI: El Calor; La recuperación de la Sexualidad Sagrada.

Extraído del blog: www.aulli2.wordpress.com


jueves, 13 de diciembre de 2012

Mantra de la Compasión: Om Mani Padme Hum.

                                                                                                                                                                                ¡Abramos el Corazón! Permitamos que una profunda sonrisa se albergue en él y que las semillas de agradecimiento, amor incondicional y compasión florezcan y se esparzan hacia todos los seres, hacia todas las cosas. ¡¡¡Así sea!!!

lunes, 11 de junio de 2012

Alas para volar


En esta vida, elegí que me acompañasen algunos seres de luz, y entre ellos, elegí a mi abuelo Emilio.

Mi abuelo fue un hombre de grandes facciones -grandes ojos, grandes orejas, gran nariz, gran boca y grandes manos- a mí esto me habla de la pasión que tenía por la vida,... quería aprender, viajar, ver, saborear... sus rasgos me hablan de su necesidad de sentir e impregnar el mundo en él, de pasar por la vida, de vivir.

A él le encantaba todo lo nuevo... nació en 1917 y solía decir,... "yo es que tenía que haber nacido ahora" (Quizás vuelva a nacer "ahora", quizás no se quiera perder ni un minuto de este cambio planetario, quizás...)
... le encantaba ver cómo las cosas cambiaban, cómo habia más libertad para algunas cosas, cómo ahora podiamos estudiar, viajar,... era una persona muy inteligente, con gran memoria y curiosidad... solía irse a pasear (hasta los 91 años) sin apenas ver,... pero creo que necesitaba sentir esa libertad, los cambios, recorrer los lugares para sentirse vivo.
Recuerdo que de pequeña solía llevarnos a mi hermano y a mí a recorrer algunos de esos lugares de la ciudad con él... y daba igual que pasasemos por la misma calle todos los días, siempre había algo nuevo, algo diferente en lo que él se solía fijar.
De hecho... algo que no llevó bien fue ir haciendose "mayor" e ir pudiéndo hacer "menos cosas" cada vez.
Cuando era más joven y algo no le gustaba o le enfadaba decía "si yo me tenía que ir a las américas"... como si eso fuese a solucionarlo todo.

Otra sabia frase que recuerdo oírle era "En la vida hay muchas vidas"... ¡Me encanta!

Que importantes han sido para mí mis abuelos. ¡Que gran palabra, la palabra Abuelo! "Gran padre"

Decidió fusionarse con la gran luz... creo que las limitaciones de su cuerpo, de su vista,... le impedian seguir recorriendo lugares, aprendiendo, viendo cambios,... y decidió dar el gran cambio, transformarse en pura luz y desplegar sus alas para así poderlo ver todo mejor, sentirlo todo, saberlo todo... Su cuerpo físico transcendió y ahora vuela como conciencia total.

Quizás nos volvamos a cruzar, con otros cuerpos, con otras "vidas"... y nuestras almas se reconocerán y bailarán juntas.
Por ahora me quedo con el gran amor y agradecimiento que siento.

Te quiero abuelo Emilio

domingo, 15 de abril de 2012

Retorno a la luz



Mi abuela ha decidido que era hora de retornar a la luz... y la bendigo en su camino.
Le estoy muy agradecida por todo lo q he vivido con ella y lo que me ha enseñado. Le estoy inmensamente agradecida por el camino que hemos recorrido juntas... a veces ha sido más fácil y a veces me ha gustado menos... pero en cualquier caso... ha sido el camino que ambas hemos creado y el que necesitabamos para recordar que somos parte del todo... como seres de luz.
Ella ha emprendido un viaje fantastico al origen de donde vino.

Cuando llegamos a este mundo somos puros y vitales y a ese estado regresamos. Si miramos a un niño muy pequeño podemos ver hacia donde mi abuela esta llegando.
Ahora sus semillas de la pureza del pensamiento y de la pureza de la vitalidad estan unidas y ve de frente la realidad de la vida.

Siento que su vida ha sido un regalo para mí y de igual manera su muerte. Me ha permitido conectar con sentimientos profundos, sanar asuntos pendientes, perdonar, reencontrarme con mis origenes desde el corazón, aceptar e incluso comprendrer parte del gran misterio de la vida y la muerte.

Para mí, mi abuela no "ha muerto"; como dice la canción de Jorge Drexler, todo se transforma. Ha dejado su "vestido físico" que ya le pesaba un poco y había cumplido su misión, para vivir en estado puro y en conexión con el todo, con la luz... quizás con otro vestido nos encontraremos en otra vida... pero ahora está disfrutando de su estado de pureza y amor incondicional.

Gracias abuela Josefa.